sábado, 19 de mayo de 2012

Enviados a dar testimonio de Jesús en el mundo

Tú has puesto en nuestras manos, Señor,
la construcción del mundo
la edificación de la Iglesia, tu comunidad.
Nos has confiado el anuncio de tu evangelio
y nos esperas siempre en los pobres,
en los que sufren, en todos los hermanos.

Ante nosotros se abren muchos caminos.
Entre ellos esta tu llamada, invitación enérgica,
que no quita nada a nuestra libertad.
¡Queremos reservarnos enteramente la alegría y la responsabilidad de la respuesta!

No permitas que personas, ideas o
acontecimientos impidan o instrumentalicen
nuestras opciones y decisiones.
Haz más grande nuestra responsabilidad
y libera nuestra libertad,
para que cada uno de nosotros, en su puesto,
quiera darse totalmente, con amor,
hasta el fin

Pablo VI

martes, 15 de mayo de 2012

Tu rostro en cada esquina

Señor, que vea…
…que vea tu rostro en cada esquina.

Que vea reír al desheredado,
con risa alegre y renacida
Que vea encenderse la ilusión
en los ojos apagados
de quien un día olvidó soñar y creer.
Que vea los brazos que,
ocultos, pero infatigables,
construyen milagros
de amor, de paz, de futuro.
Que vea oportunidad y llamada
donde a veces sólo hay bruma.
Que vea cómo la dignidad recuperada
cierra los infiernos del mundo
Que en otro vea a mi hermano,
en el espejo, un apóstol
y en mi interior te vislumbre.

Porque no quiero andar ciego,
perdido de tu presencia,
distraído por la nada…
equivocando mis pasos
hacia lugares sin ti.

Señor, que vea…
… que vea tu rostro en cada esquina.

José M. R. Olaizola (http://www.pastoralsj.org)

domingo, 13 de mayo de 2012

Amigo para siempre

Amigo para siempre, tú mi amigo,
y te hice de por vida compañero,
fui yo quien te elegí, te amé primero,
de los secretos te hice mi testigo.
Amigos todos, y estaréis conmigo,
y no busquéis razón, es que os quiero,
capaz de dar la vida por entero
y hacerme por vosotros un mendigo.
Guardad esta palabra en vuestra vida:
que os améis unos a otros con locura,
igual que yo os he amado, sin medida;
consolad al que llora su amargura,
curad de los enfermos toda herida,
multiplicad servicios, dad ternura...

Cáritas

sábado, 12 de mayo de 2012

Los cristianos en el mundo según la Carta a Diogneto (siglo II d.C)

"Los cristianos no se distinguen de los demás hombres, ni por el lugar en que viven, ni por su lenguaje, ni por sus costumbres. Ellos, en efecto, no tienen ciudades propias, ni utilizan un hablar insólito, ni llevan un género de vida distinto. Su sistema doctrinal no ha sido inventado gracias al talento y especulación de hombres estudiosos, ni profesan, como otros, una enseñanza basada en autoridad de hombres.

Viven en ciudades griegas y bárbaras, según les cupo en suerte, siguen las costumbres de los habitantes del país, tanto en el vestir como en todo su estilo de vida y, sin embargo, dan muestras de un tenor de vida admirable y, a juicio de todos, increíble. Habitan en su propia patria, pero como forasteros; toman parte en todo como ciudadanos, pero lo soportan todo como extranjeros; toda tierra extraña es patria para ellos, pero están en toda patria como en tierra extraña. Igual que todos, se casan y engendran hijos, pero no se deshacen de los hijos que conciben. Tienen la mesa en común, pero no el lecho.

Viven en la carne, pero no según la carne. Viven en la tierra, pero su ciudadanía está en el Cielo. Obedecen las leyes establecidas, y con su modo de vivir superan estas leyes. Aman a todos, y todos los persiguen. Se los condena sin conocerlos. Se les da muerte, y con ello reciben la vida.Son pobres, y enriquecen a muchos; carecen de todo, y abundan en todo.Sufren la deshonra, y ello les sirve de gloria; sufren detrimento en su fama, y ello atestigua su justicia. Son maldecidos, y bendicen; son tratados con ignominia, y ellos, a cambio, devuelven honor. Hacen el bien, y son castigados como malhechores; y, al ser castigados a muerte, se alegran como si se les diera la vida.Los.judíos los combaten como a extraños y los gentiles los persiguen, y, sin embargo, los mismos que los aborrecen no saben explicar el motivo de su enemistad.

Para decirlo en pocas palabras: los cristianos son en el mundo lo que el alma es en el cuerpo. El alma, en efecto, se halla esparcida por todos los miembros del cuerpo; así también los cristianos se encuentran dispersos por todas las ciudades del mundo. El alma habita en el cuerpo, pero no procede del cuerpo; los cristianos viven en el mundo, pero no son del mundo. El alma invisible está encerrada en la cárcel del cuerpo visible; los cristianos viven visiblemente en el mundo, pero su religión es invisible. La carne aborrece y combate al alma, sin haber recibido de ella agravio alguno, sólo porque le impide disfrutar de los placeres; también el mundo aborrece a los cristianos, sin haber recibido agravio de ellos, porque se oponen a sus placeres.

El alma ama al cuerpo y a sus miembros, a pesar de que éste la aborrece; también los cristianos aman a los que los odian. El alma está encerrada en el cuerpo, pero es ella la que mantiene unido el cuerpo; también los cristianos se hallan retenidos en el mundo como en una cárcel, pero ellos son los que mantienen la trabazón del mundo. El alma inmortal habita en una tienda mortal; también los cristianos viven como peregrinos en moradas corruptibles, mientras esperan la incorrupción celestial. El alma se perfecciona con la mortificación en el comer y beber; también los cristianos, constantemente mortificados, se multiplican más y más. Tan importante es el puesto que Dios les ha asignado, del que no les es lícito desertar."

Fragmento de la Carta a Diogneto (Cap. 5-6; Funk 1, 317-321)



lunes, 7 de mayo de 2012

La poda

Poda, poda, Señor, este sarmiento
que no acaba de dar fruto esperado,
no tengas miramiento ni cuidado;
córtame, aunque te grite de sufrimiento.

Mi problema es que busco lucimiento
quisiera ser sarmiento destacado, .
a costa de achicar al de mi lado
e impedir su visión y crecimiento.

Me olvido de la savia, que es mi vida,
sólo quiero hojas grandes y vistosas,
y llenarme de cosas y más cosas,
quedando insatisfecho sin medida.

Poda, Padre, divino podador,
que lleve dulces frutos de tu amor.

Avanzar

No, no te detengas.
Comenzar bien es una gracia de Dios.
Continuar por buen camino
y no perder el ritmo…,
es una gracia todavía mayor.
Pero la gracia de las gracias,
está en no desfallecer,
con fuerzas todavía o ya no pudiendo más,
hecho trizas o añicos,
seguir avanzando hasta el fin.

Helder Cámara (http://www.pastoralsj.org/)