lunes, 25 de febrero de 2013

Vos orasteis a solas en un monte


Y yo… Jesús, no veo en mi redor
ningún monte tan alto
en el que logre
encontrarme, por fin, solo con Vos:
el mundo me envuelve con su red
dondequiera que vaya
o esté
o ponga mi mirada;
y pobre como yo no hay nadie,
nadie
que estando en la desgracia no sepa lamentarse,
que no sepa pedir cuando el hambre le muerte,
que teniendo dolor no se sepa explicar
para hacer comprender cuanto le duele.
Ay, enseñadme, pobre de mí,
cómo debo rezar
                              Francisco Carrasquer