viernes, 31 de diciembre de 2010

Bendición irlandesa

Que el Señor te bendiga.
Que llene tu corazón de paz y calor,
tu alma de gracia y luminosidad,
tu mente de sabiduría,
tu ojos de claridad y sonrisas,
tu mirada de bondad,
tus oídos de música armoniosa,
tu boca de felicidad,
tu nariz de perfume,
tus manos de ternura,
tus brazos de fuerza,
tus piernas de energía,
tus pies de danzas,
todo tu cuerpo de bienestar.

Que el Señor te conceda
en todo tiempo Su Bendición.
Que Él te acompañe y te proteja,
te regale la alegría
durante toda tu vida,
te de coraje
y te preste fuerzas,
para que también en los tiempos difíciles
puedas encontrar tu propio camino.

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Der Herr segne Dich.
Er erfülle Dein Herz mit Ruhe und Wärme,
Deine Seele mit Gnade und hellem Licht,
Deinen Verstand mit Weisheit,
Deine Augen mit Klarheit und Lachen,
Deinen Blick mit Güte,
Deine Ohren mit wohltönender Musik,
Deinen Mund mit Fröhlichkeit,
Deine Nase mit Wohlgeruch,
Deine Hände mit Zärtlichkeit,
Deine Arme mit Kraft,
Deine Beine mit Schwung,
Deine Füße mit Tanz,
Deinen ganzen Leib mit Wohlbehagen.

So lasse der Herr
alle Zeit Seinen Segen
auf Dir ruhen.
Er möge Dich begleiten und beschützen,
Dir Freude schenken
Dein Leben lang,
Dir Mut zusprechen
und Kraft verleihen,
damit Du auch in schweren Zeiten
den für Dich bestimmten Weg findest

Todo es de color

Todo el mundo cuenta sus penas, pidiendo la comprensión,
quien cuenta sus alegrías, no comprende al que sufrió.

Señor de los espacios infinitos,
Tú que tienes la paz entre las manos,
derrámala, Señor, te lo suplico
y enséñales a amar a mis hermanos.

Enséñales lo bello de la vida
y a ser consuelo en todas las heridas.
Y amar con blanco amor toda la tierra
y buscar siempre la paz, Señor, y odiar la guerra.

De lo que pasa en el mundo, por Dios, que no entiendo nada,
el cardo siempre gritando y la flor siempre callada.
Que grite la flor y que se calle el cardo
Y todo aquel que sea mi enemigo que sea mi hermano.

Sigamos por esa senda, a ver qué luz encontramos,
Esa luz que está en la tierra y que nosotros apagamos.

Señor de los espacios infinitos,
Tú que tienes la paz entre las manos,
derrámala, Señor, te lo suplico
y enséñales a amar a mis hermanos.

Lole

lunes, 27 de diciembre de 2010

Amar y rezar

Un hombre, después de mucho tiempo caminando, llegó al lugar donde vivía un gran sabio. Al recibirle, le pidió encarecidamente:
- ¡Muéstreme el camino hacia Alá!
- ¿Te has enamorado alguna vez de alguien? - preguntó el sabio
- ¿Enamorarme? ¿Que es lo que el gran maestro quiere decir con eso? Me prometí a mí mismo jamás aproximarme a una mujer, huyo de ellas como quién intenta escapar de una enfermedad. Ni siquiera las miro. Cuando pasan, cierro los ojos.
- Procura volver a tu pasado e intenta descubrir si alguna vez, en toda tu vida, hubo algún momento de pasión que dejase tu cuerpo y tu espíritu llenos de fuego.
- Vine hasta aquí para aprender a rezar y no a cómo enamorarse de una mujer. Quiero ser guiado hasta Alá y usted insiste en querer llevarme hascia los placeres de este mundo. No entiendo lo que desea enseñarme.
El sabio permaneció silencioso algunos minutos y finalmente dijo:
- No puedo ayudarte. Si tú nunca tuviste alguna experiencia de amor, nunca conseguirás experimentar la paz de una oración. Por lo tanto, regresa a tu ciudad, enamórate, y vuelve a buscarme sólo cuando tu alma esté llena de momentos felices.
Sólo una persona que entiende el amor puede entender el significado de la oración. Porque el amor por alguien es una oración dirigida al corazón del Universo, una plegaria que Alá colocó en las manos de cada ser humano como un presente divio

LA DANZA DEL CORAZÓN, Sabiduría Sufí

sábado, 25 de diciembre de 2010

Canción de Navidad

En la oscuridad de la noche alguien grita:
Ha surgido la estrella de la mañana,
nos ha nacido un hijo de hombre,
que se llama «Dios nos salvará».
Abrid vuestros corazones,
dad crédito a vuestros ojos,
confiad en lo que veis:
desde lo alto llega la palabra de Dios
hasta nosotros
vestida con ropas de hombre.

Ningún otro signo se nos ha dado,
ninguna otra luz en nuestras tinieblas:
sólo esta criatura pequeña,
un Dios que es nuestro hermano.
Cantad a vuestro Dios que en Jesucristo
manifestó su amor a los hombres
y que toda carne contemple la salvación.

Como el sol llega con su bendición,
esposo de luz y fuego,
así llega el señor de la paz,
su hora ha llegado para siempre.
El se desposa con todas las criaturas,
su amor pasa de boca en boca.
Llena nuestras manos con su cuerpo
y así vivimos su nueva alianza.

Señor Dios y padre de Cristo Jesús,
en esta noche ha nacido
nuestra salvación, nuestra esperanza,
te rogamos que nos hagas ver su luz naciente,
que podamos amarle
y conservar entre nosotros tu palabra,
paz en la tierra,
ahora y todos los días,
hasta siempre.

Huub Oosterhuis

viernes, 24 de diciembre de 2010

Bendición de la mesa en Nochebuena

Señor, Padre nuestro,
Tú nos has llenado
del resplandor de tu luz
con el nacimiento de tu Hijo Jesús,
hecho hombre por amor a los hombres.
Te pedimos que bendigas esta mesa
y nos bendigas también a nosotros,
reunidos aquí gozosamente en familia.
Haz, Padre, que sepamos compartir
y extender tu mismo Espíritu
de fraternidad y paz.
Consérvanos unidos.
Danos pan y trabajo.
Danos fuerza y ternura
para ser hombres y mujeres justos.
Que en todo el mundo
haya buenos días
y buenas noches-buenas.
Te lo pedimos por Jesucristo
Nuestro Señor,
Amén.

La visitadora

Era en Belén y era Nochebuena la noche.
Apenas si la puerta crujiera cuando entrara.
Era una mujer seca, harapienta y oscura
con la frente de arrugas y la espalda curvada.

Venía sucia de barro, de polvo de de caminos.
La iluminó la luna y no tenía sombra.
Tembló María al verla; la mula no, ni el buey
rumiando paja y heno igual que si tal cosa.

Tenía los cabellos largos, color ceniza,
color de mucho tiempo, color de viento antiguo;
en sus ojos se abría la primera mirada
y cada paso era tan lento como un siglo.

Temió María al verla acercarse a la cuna.
En sus manos de tierra, ¡oh Dios!, ¿qué llevaría?...
Se dobló sobre el Niño, lloró infinitamente
y le ofreció la cosa que llevaba escondida.

La Virgen, asombrada, la vio al fin levantarse.
¡Era una mujer bella, esbelta y luminosa!
El Niño la miraba. También la mula. El buey
mirábala y rumiaba igual que si tal cosa.

Era en Belén y era Nochebuena la noche.
Apenas si la puerta crujió cuando se iba.
María, al reconocerla, gritó y la llamó: “¡Madre!”
Eva miró a la Virgen y la llamó: “¡Bendita!”

¡Qué clamor, qué alborozo por la piedra y la estrella!
Afuera aún era pura, dura la nieve y fría.
Dentro al fin, Dios dormido, sonreía teniendo
entre sus dedos niños la manzana mordida.

Antonio Murciano

jueves, 23 de diciembre de 2010

Pronuncio tu nombre

Dios mío,
pronuncio tu nombre sin poderte poseer
porque eres más grande que el hombre
y más pequeño que una palabra,
más silencioso que el silencio de todo el mundo.
Que esté dispuesto a recibirte,
dame un corazón palpitante
y ojos nuevos
para verte a ti, oculto e invisible,
y para acogerte
cuando te acercas impotente,
para que en mi gran debilidad,
en mi muerte,
sepa quién eres tú.

Huub Oosterhuis

domingo, 19 de diciembre de 2010

¿Por dónde empezaré?

Basándome en la palabra del Talmud de que es suficiente que todos los hombres se arrepientan para que llegue el Mesías, decidí influir en ellos. Estaba seguro de tener éxito. Pero ¿por dónde empezar? El mundo es tan vasto. Empezaría por el país que mejor conocía: el mío. Pero era tan enorme mi país. Bueno, comenzaría por la ciudad que me era más próxima: la mía. Pero es tan grande mi ciudad… apenas la conozco. Bueno, empezaría por una calle. No, por mi casa. No, por mi familia. Bueno, empezaré por mí mismo.

Elie Wiesel: Retratos y leyendas jasídicas

domingo, 5 de diciembre de 2010

Bautismo de fuego

Contra el frío del egoísmo, el fuego de la caridad;
Contra el frío de la codicia, el fuego de la generosidad;
Contra el frío de la indiferencia, el fuego de la solidaridad;
Contra el frío del rechazo, el fuego de la acogida;
Contra el frío de la soledad, el fuego de la cercanía;
Contra el frío de la duda, el fuego de la verdad;
Contra el frío del desencanto, el fuego de la ilusión;
Contra el frío del hombre, el fuego de Dios.

Cáritas

sábado, 27 de noviembre de 2010

Toma una sonrisa

Toma una sonrisa,
regálala a quien nunca la ha tenido.
Toma un rayo de sol,
hazlo volar allá en donde reina la noche.
Descubre una fuente,
haz bañar a quien vive en el barro.
Toma una lágrima,
ponla en el rostro de quien nunca ha llorado.
Toma la valentía,
ponla en el ánimo de quien no sabe luchar.
Descubre la vida,
nárrala a quien no sabe entenderla.
Toma la esperanza,
y vive en su luz.
Toma la bondad,
y dónala a quien no sabe donar.
Descubre el amor,
y hazlo conocer al mundo.

Mahatma Gandhi

domingo, 21 de noviembre de 2010

No se ensoberbece Señor mi corazón

No se ensoberbece Señor mi corazón.

Yo no quiero ser millonario,
ni ser líder,
ni ser primer ministro.
Ni aspiro a puestos públicos,
ni corro detrás de las conderaciones.

Yo no tengo propiedades, ni libreta de cheques
y sin seguros de vida
estoy seguro,
como un niño dormido en los brazos de su madre...

Confíe Israel en el Señor,
y no en los líderes.

Ernesto Cardenal

martes, 9 de noviembre de 2010

Himno a la Virgen de la Almudena

Salve, Señora de tez morena Virgen y Madre del Redentor,
Santa María de la Almudena, Reina del Cielo, Madre de amor.
Santa María de la Almudena, Reina del Cielo, Madre de amor.

Tú que estuviste oculta en los muros
de este querido y viejo Madrid,
hoy resplandeces ante tu pueblo,
que te venera y espera en ti.

Bajo tu manto, Virgen sencilla.
Busca en tus hijos la protección.
Tú eres patrona de nuestra Villa,
Madre amorosa, Templo de Dios.

sábado, 6 de noviembre de 2010

La gran sorpresa

Será saber de pronto
que no hemos dejado el mundo en que vivíamos,
que ese mundo nos sigue y acompaña
con sus pasajes y sus cánticos.
Mundo perfectamente realizado
en un tiempo distinto.

La tierra ya segura,
tal como fue, por lo que fue creada.
La escena que olvidamos
acaso por no haberla merecido.
La mirada de odio transformada en amor.
La despedida, hecha retorno inesperado
en la nueva esperanza, ya sin dudas.
El barro hecho jardín.
El golpe hecho caricia, el dulce golpe.

Tal vez en un minuto
se hayan cumplido los tres días de Pascua.
¿Adónde iremos?
No tendremos que ir: nos quedaremos
vivos de otra manera, pero vivos,
en sitios cuyo nombre aún ignoramos,
Cuyos límites hoy no conocemos,
pero que serán sitios adorables
donde habíamos estado, sin saberlo.

La gran sorpresa será conocer
que no habíamos muerto.

J. Mª Souvirón

lunes, 1 de noviembre de 2010

Por un difunto

Te damos gracias, Señor Dios,
por este hombre que nos fue tan cercano
y que de repente ha sido arrancado
de nuestro mundo.

Te damos gracias
por la amistad que nos regaló,
por la paz que derramó a su alrededor.
Te damos gracias
porque con su sufrimiento
pudo aprender la obediencia
y porque, aunque caduco,
se convirtió en un hombre digno de ser amado.

Te rogamos
que nada de su vida se pierda,
que los que vengan después de Él
puedan respetar lo que para Él era sagrado,
que sus buenas obras nos sirvan de ejemplo
ahora que ya está muerto.

Queremos que continúe viviendo en sus hijos,
en sus corazones y en sus ganas de vivir,
en sus ideas y en su conciencia.
Que todos los que estuvimos unidos a Él
cuando estaba vivo
estemos aún más unidos
ahora que la muerte nos lo ha arrebatado.
Y que en esta unión,
como en toda amistad y paz en la tierra,
podamos ver cumplida la promesa
de que nos serás fiel hasta la muerte.

H. Oosterhuis

domingo, 31 de octubre de 2010

¿Cómo podrá romperse el vínculo que nos une?

¿Cómo podrá romperse el vínculo que nos une?
Yo me debo todo a Tí,
como el loto se debe al agua,
y la marea al claro de luna,
que contempla toda la noche.

Siempre, del principio al fin,
ha habido amor entre Tú y yo.
¿Y cómo, entonces, puede este amor cesar
de ser en el tiempo?
Igual que el río se sume en el océano,
se sume mi vida en Ti.

La luna refulge en mi cuerpo,
pero mis ojos no pueden verla:
la luna está en mí y el sol.
La sinfonía de la eternidad
se difunde en mí,
pero mis oídos sordos no pueden oírla.
Mientras el hombre viva en nombre del Yo y el Mío,
sus obras no tendrán valor alguno;
sólo con la renuncia al Yo y al Mío
se cumple tu obra, Señor.

Kabir

domingo, 24 de octubre de 2010

Él te amó primero

No le reces a Dios mirando al cielo,
¡mira hacia adentro!
No lo busques a Dios lejos de ti,
sino en ti mismo...

No le pidas a Dios lo que te falta:
¡búscalo tú mismo!, y Dios lo buscará contigo,
porque ya te lo dio como promesa y como meta
para que tú lo alcances...

No reproches a Dios por tu desgracia;
¡súfrela con Él! Y Él sufrirá contigo;
y si hay dos para un dolor,
se sufre menos...

No le exijas a Dios que te gobierne,
a golpe de milagros, desde afuera;
¡gobiérnate tú mismo!
con responsable libertad, amando,
y Dios te estará guiando
¡desde adentro y sin que sepas cómo!

No le pidas a Dios que te responda cuando le hablas;
¡respóndele tú!, porque El te habló primero;
y si quieres seguir oyendo lo que falta
escucha lo que ya te dijo.

No le pidas a Dios que te libere,
desconociendo la libertad que ya te dio.

¡Anímate a vivir tu libertad!
y sabrás que sólo fue posible
porque tu Dios te quiere libre.

No le pidas a Dios que te ame,
mientras tengas miedo de amar
y de saberte amado.

¡Ámalo tú!
y sabrás que si hay calor es porque hubo fuego
y que si tú puedes amar es porque El te amó primero.

domingo, 17 de octubre de 2010

¿Que mandáis hacer de mi?

Vuestra soy, para vos nací:
¿Qué mandáis hacer de mí?…
Vuestra soy, pues me creasteis;
vuestra, pues me redimisteis;
vuestra, pues que me sufristeis;
vuestra, pues que me llamasteis;
vuestra, pues, porque me esperasteis;
vuestra, pues no me perdí:
¿Que mandáis hacer de mí?

Veis aquí mi corazón,
yo lo pongo en vuestra palma:
Mi cuerpo, mi vida y mi alma,
mis entrañas y afición.
Dulce Esposo y Redentor,
pues por vuestra me ofrecí:
¿Qué mandáis hacer de mí?

Dadme muerte, dadme vida,
dad salud o enfermedad,
honra o deshonra me dad,
dadme guerra o paz crecida,
flaqueza o fuerza cumplida,
que a todo digo que sí:
¿Qué queréis hacer de mí?…

Si queréis que esté holgando,
quiero por amor holgar;
si me mandáis trabajar,
morir quiero trabajando:
decid dónde, cómo y cuándo,
decid, dulce amor, decid:
¿Qué mandáis hacer de mí?

Santa Teresa de Jesús

domingo, 10 de octubre de 2010

Mis ojos brillan de alegría

Padre,
Tú te revelaste y me diste la luz,
y rompiste las cadenas que me mantenían cautiva.
Con tu gracia sostuviste los anhelos de mi alma.
No alcanzo a comprender este gran milagro de tu gracia.
Todo mi ánimo se desata en este deseo violento.
Yo deseo, y la corriente del amor rebasa los diques.
Todo mi deseo va dirigido hacia Ti,
Y yo exclamo: ¡Señor!
Temblando en todo el cuerpo,
balbuceando, adorándote.
Me apodero de tu mano y mi corazón se abre como una flor.
Mis ojos brillan de alegría y saltan de ellos las lágrimas;
el amor que no tiene límites, ni día, ni noche,
dura sin que se interrumpa.
Como la cera se derrite en el fuego,
así mi vida se funde.
Con esta vida mía te adoro,
lloro,
me inclino,
danzo,
invoco y en voz alta te pido.

T. Manikka

sábado, 25 de septiembre de 2010

Los más pobres, los más humildes y perdidos

Tienes tu escabel,
y tus pies descansan,
entre los más pobres,
los más humildes y perdidos.

Quiero inclinarme ante Ti,
pero mi postración no llega nunca a la sima
donde tus pies descansan
entre los más pobres,
los más humildes y perdidos.

El orgullo no puede acercarse a Ti,
que caminas,
con la ropa de los miserables,
entre los más pobres,
los más humildes y perdidos.

Mi corazón no sabe encontrar su senda,
la senda de los solidaros,
por donde Tú vas
entre los más pobres,
los más humildes y perdidos.

R. Tagore

domingo, 18 de julio de 2010

Donde vaya, eres Tú.
Donde esté, estás Tú.
Solamente Tú.
Nada más que Tú.
Siempre Tú, Tú, Tú.
Todo va bien, eres Tú.
Estoy en dolores, eres Tú.
Solamente Tú.
Nada más que Tú.
Siempre Tú, Tú, Tú.

El cielo eres Tú.
La tierra, Tú.
Allá en lo alto, Tú.
Aquí en lo bajo, Tú.
Adonde sea,
adonde me vuelvo,
adonde me incline.
Al fin de todo,
eres Tú, solo Tú.
Nada más que Tú.
Siempre Tú, Tú, Tú.

Rabí de Berdidshev

sábado, 10 de julio de 2010

Salmo

Estate conmigo, Señor,
en la ribera de mi desconsuelo.
Protege a mis hijos, defiende a los hombres,
levanta a los pobres,
suaviza esta larga aspereza del mundo.
Estate conmigo.
Me escuecen los ojos de lágrimas ocultas
por tantos motivos difusos,
por emociones buenas,
por gratitudes anchas,
por toda la espesura de dentro y de fuera,
por la atadura del corazón confuso y de la mente pequeña.
Estate conmigo, Señor,
amigo mío, mi luz y mi todo.
Calor, sentido, apoyo, compañía, fondo.
Estate conmigo
y con quienes te viven, te buscan, te adoran, te ignoran.
Somos todos los mismos,
faltos de cobijo,
necesitados de humildad y de estatura
para vivir la vida.

Santiago Sánchez Torrado (Cuadernos de Oración 71)

sábado, 3 de julio de 2010

Libra mis ojos de la muerte

Libra mis ojos de la muerte;
dales la luz que es su destino.
Yo, como el ciego del camino,
pido un milagro para verte.

Haz de esta piedra de mis manos
una herramienta constructiva;
cura su fiebre posesiva
y ábrela al bien de mis hermanos.

Que yo comprenda, Señor mío,
al que se queja y retrocede;
que el corazón no se me quede
desentendidamente frío.

Guarda mi fe del enemigo
¡tantos me dicen que estás muerto!...
Tú que conoces el desierto,
dame tu mano y ven conmigo.

Himnos de la Iglesia

sábado, 26 de junio de 2010

A vosotros os llamo amigos

A vosotros que seguís con entusiasmo
sin saber muy bien hacia dónde vamos;
a vosotros que os pesan las normas y leyes
y habéis empezado a desprenderos de ellas;
a vosotros que no tenéis miedo a ser libres
y amáis de corazón a toda persona;
a vosotros os llamo amigos.

A vosotros que escucháis mis palabras
y les dais crédito aunque os suenen extrañas;
a vosotros que acogéis mi Espíritu y proyecto
y con esmero buscáis su crecimiento;
a vosotros que os habéis sacrificado
sin esperar recompensa ni reconocimiento;
a vosotros os llamo amigos.

A vosotros que os reunís en mi nombre
y evocáis mi presencia, vida y sueños;
a vosotros que a pesar de dudas y cansancio
dejáis la tranquilidad de la tierra conocida;
a vosotros que transitáis fronteras con temor
pero despiertos y en mi compañía;
a vosotros os llamo amigos.

A vosotros que no hacéis ascos a lo desconocido
y os adentráis hasta sus entrañas para conocerlo;
a vosotros que dais la cara, arrimáis el hombro
y echáis una mano a quienes aparecen en las aceras;
a vosotros con quienes se puede contar
para toda causa buena, justa y humana;
a vosotros os llamo amigos.

A vosotros que exploráis y cuidáis la realidad
e intentáis transmitirla mejorada;
a vosotros que no os dejáis pervertir
a pesar de vivir en orillas y fronteras;
a vosotros que habiendo salido de vuestra tierra
os negáis a ser extranjeros y a vivir explotados;
a vosotros os llamo amigos

A vosotros que a pesar de vuestra debilidad
no cejáis en vuestro anhelo de caminar;
a vosotros que os mantenéis firmes
y cultiváis experiencias de solidaridad;
a vosotros que no renunciáis a la utopía
y camináis siguiendo mis huellas hacia el Reino;
a vosotros os llamo amigos.

Florentino Ulibarri

lunes, 21 de junio de 2010

¿Cómo que descansar?

¿Cómo que descansar?
¿Es que ya los hombres
son felices y libres?
Aún conservo fresco el recuerdo
de mi reino encantado.
Por eso, cuando sonrío,
veis en mis ojos absortos
un cachito de cielo.

Vosotros, los desesperados,
dejadme andar, dejadme correr.
Dejadme perseguir los días
y las noches que nos esperan.
Dejadme vivir, dejadme cantar
la alegría, privilegio de los niños,
de los crédulos, de los pacíficos,
que nada temen: ni andar, ni correr,
ni caer, ni volver a empezar.

Dejadme vencer la inercia y la muerte.
Dejadme sembrar el amor y la alegría.
Dejadme reír, dejadme cantar.
Dejadme andar y correr.
Dejadme vivir y amar.

Jean Pliya

sábado, 19 de junio de 2010

Una centella

Una centella, ¡oh Fuego Divino!, no pido más.
Una centella en mi vida.

Se me fue la vida frotando el pedernal,
y no saltó la chispa,
dame una centella, ¡oh Llama Divina!,
dame un centella.
Encendiste el sol, encendiste la luna,
encendiste el firmamento entero;
sólo quedó sin encender mi brasero.
¡Dame una centella!

Tengo frío en las manos,
y me tirita el cuerpo.
No pido más, Incendio Celestial,
¡Dame una centella!

Harihar Bhatt

domingo, 30 de mayo de 2010

Y no poder decir a nadie

Creer en Ti, Señor, Amigo y Padre,
y no poder
decir a nadie
la dicha de una prueba convincente.
Tenerte, y no saber, seguro, que te tengo.
No saber, sobre todo, jamás que Tú me tienes:
cómo y cuándo Tú mueves las ruedas de mis horas,
cómo y cuándo me vuelan las alas de tu gracia,
cómo y cuándo Tú remas la barca de mis sueños.

Sufrirte y no poder buscar consuelo alguno.
Gozarte, y no poder gritar de gozo,
porque muchos,
quizás las gentes más queridas,
me tendrían por loca de remate.

Creer en Ti y vivir igual, en apariencia,
que si no flotara el terco y frágil tesoro de mi vida,
sobre tu inmenso abrazo de amor omnipotente.

V.M. Arbeloa

domingo, 16 de mayo de 2010

Dios asciende entre aclamaciones (cf. Salmo 66)

El Dios que bajó hasta el infierno,
que en el silencio se hizo hombre,
hoy asciende vestido de gloria,
al son, no de trompetas, sino de corazones.

Bajó empequeñecido, llorando y sonriendo,
sube aureolado, llorando y bendiciendo;
que los triunfos de Dios están ungidos
con ungüentos humildes, compasivos.

Dios asciende, pero no se aleja,
siempre que asciende, baja y penetra
en nuestra mayor intimidad,
si le abrimos, él siempre nos respeta.

Jesús subió, pero no a las estrellas del cielo,
se fue derecho al corazón del Padre, que es Amor,
al corazón de la vida, al corazón del mundo,
al corazón del que lucha por su liberación.

Por eso, desde el anhelo y la necesidad, decimos: Ven.
Desde nuestros destierros y luchas, decimos: Ven.
Desde nuestros vacíos y soledades, decimos: Ven.
Desde nuestros gozos y encuentros, decimos: Ven,
Siempre te suplicamos: Señor, ven.

Cáritas Española

domingo, 9 de mayo de 2010

Señora de la Esperanza

Señora de la esperanza,
porque diste a luz la vida,
Señora de la esperanza,
porque viviste la Muerte.

Señora de la esperanza,
porque creíste en la Pascua,
porque palpaste la Pascua,
porque comiste la Pascua,
porque moriste la Pascua,
porque eres Pascua en la Pascua.

Pedro Casaldáliga

sábado, 1 de mayo de 2010

Queda prohibido

Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarme un día sin saber qué hacer,
tener miedo a mis recuerdos,
sentirme solo alguna vez.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quiero,
abandonarlo todo por tener miedo,
no convertir en realidad mis sueños.

Queda prohibido no demostrarte mi amor,
hacer que pagues mis dudas y mi mal humor,
inventarme cosas que nunca ocurrieron,
recordarte sólo cuando no te tengo.

Queda prohibido dejar a mis amigos,
no intentar comprender lo que vivimos,
llamarles sólo cuando los necesito,
no ver que también nosotros somos distintos.

Queda prohibido no ser yo ante la gente,
fingir ante las personas que no me importan,
hacerme el gracioso con tal de que me recuerden,
olvidar a todos aquellos que me quieren.

Queda prohibido no hacer las cosas por mí mismo,
no creer en mi Dios y hallar mi destino,
tener miedo a la vida y a sus castigos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro.

Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme,
odiar los momentos que me hicieron quererte,
todo porque nuestros caminos han dejado de abrazarse,
olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la mía,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha,
sentir que con su falta el mundo se termina.

Queda prohibido no crear mi historia,
dejar de dar las gracias a mi familia por mi vida,
no tener un momento para la gente me necesita,
no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita.

domingo, 25 de abril de 2010

Agustiniano

«Ámame más, Señor, para quererte».
Búscame más, para mejor hallarte.
Desasosiégame, por no buscarte.
Desasosiégame, por retenerte.

Pódame más, para más florecerte.
Desnúdame, para no disfrazarte.
Enséñame a acoger, para esperarte.
Mírame en todos, para en todos verte.

¡Por los que no han sabido sospecharte,
por los que tienen miedo de encontrarte,
por los que piensan que ya te han perdido,

por todos los que esperas en la muerte,
quiero cantarte, Amor, agradecido,
porque siempre acabamos por vencerte!

Pedro Casaldáliga

Jesús de Nazaret

¿Cómo dejarTe ser sólo Tú mismo,
sin reducirte, sin manipularte?
¿Cómo, creyendo en Ti, no proclamarte
igual, mayor, mejor que el Cristianismo?

Cosechador de riesgos y de dudas,
debelador de todos los poderes,
Tu carne y Tu verdad en cruz, desnudas,
contradicción y paz, ¡eres quien eres!

Jesús de Nazaret, hijo y hermano,
viviente en Dios y pan en nuestra mano,
camino y compañero de jornada,

Libertador total de nuestras vidas
que vienes, junto al mar, con la alborada,
las brasas y las llagas encendidas.

Pedro Casaldáliga

Deus Absconditus

Eres un Dios escondido,
pero en la carne de un hombre.
Eres un Dios escondido
en cada rostro de pobre.
Más tu Amor se nos revela
cuanto más se nos esconde.

Siempre entre Tú y yo,
un puente.
Es imposible el vado.

Tanto me llamas Tú
como Te busco yo.
Los dos somos encuentro.
Haciéndome el que soy
-anhelo y búsqueda-
Tú eres el que eres
-don y abrazo-.

Pedro Casaldáliga

sábado, 24 de abril de 2010

Nada te turbe

Nada te turbe
nada te espante
todo se pasa.

Dios no se muda,
la paciencia
todo lo alcanza.

Quien a Dios tiene,
nada le falta.
Solo Dios basta.

Sta. Teresa de Jesús
(Letrilla que llevaba por registro en su breviario)

viernes, 23 de abril de 2010

Creo

Creo en Dios
Y creo en el ser humano
Como imagen de Dios.

Creo en los hombres y las mujeres,
En su pensamiento,
En su trabajo agotador
Que los ha hecho ser lo que son

Creo en la vida
Como alegría diaria y como duración:
No préstamo efímero dominado por la muerte.

Creo en la vida
Como posibilidad ilimitada
De elevación y sublimación.

Creo en la alegría,
La gloria de cada estación,
De cada etapa,
De cada aurora,
De cada ocaso,
De cada rostro,
De cada rayo de luz,
Que parte del cerebro,
De los sentidos,
Del corazón.

Creo en la posibilidad de una gran familia humana
Como Cristo la quiere:
Intercambio de todos los bienes del espíritu
Y de las manos en la paz.
Creo en mí mismo,
En la capacidad que Dios me ha conferido,
Para que pueda experimentar la mayor de las alegrías,
Que es la de dar y darse.

Cardenal Bevilacqua

domingo, 11 de abril de 2010

La Fe

Yo soy amor y del amor camino;
soy blanca nave del sagrado puerto;
por mí, postrado en el peñón desierto
canta el asceta su triunfal destino.

Soy consuelo del triste peregrino
que cruza el mundo, de pesares yerto;
soy árbol santo del eterno huerto;
rosa bendita del rosal divino.

Sin mí, la pena se desgarra y llora;
sin mí, el dolor sus amarguras vierte;
sin mí, el sepulcro con furor devora.

Aspirando mi luz, el alma es fuerte;
la pena se hace amor; la noche, aurora;
la tumba, claridad; faro, la muerte.

Bernardo López García en ORAR 204

domingo, 4 de abril de 2010

PREGÓN PASCUAL

A todas las personas de buena voluntad

DECLARAMOS que, para los creyentes en Cristo Resucitado, todos los días son de fiesta.
AFIRMAMOS que quien aporte a la comunidad más motivos de celebración y de alegría será tenido como el primero entre nosotros.
ACORDAMOS que todos los días serán de acción de gracias y que quienes no encuentren nada que agradecer es que no marchan bien.
DECLARAMOS que todos los aguafiestas, todos los pesimistas, todos los torturadores y los que entierran todo antes de nacer, serán amonestados por la comunidad.
ACORDAMOS que sonreír y reír será muy bien visto en la comunidad.
DECLARAMOS convencidos de que la mayor parte de nuestros miedos, complejos y desánimos, son fantasmas irreales y que por lo tanto les será retirado el carné de conducir por los caminos de la comunidad.
SE SUBVENCIONA A PERPETUIDAD cualquier promoción de la bondad, de la delicadeza, de la acogida y de la comprensión, del respeto y del amor.
SE TITULARAN HIJOS DE DIOS a todos los efectos a quienes quieran correr el riesgo y la aventura de hacer felices a los otros...
FINALMENTE —y en atención a las aspiraciones más profundas de la gente y por el amor entrañable de Dios, nuestro Padre—,
se DECLARA este mundo en ESTADO PERMANENTE DE ESPERANZA.

FELICES PASCUAS

lunes, 29 de marzo de 2010

Semana Santa 2010

Te doy gracias, Señor,
porque vienes sobre un borriquillo
y no sobre querubines,
vienes en la humildad y no en la grandeza.
Vienes en pañales
y no en la armadura de un guerrero,
vienes en un pesebre y no en las nubes del cielo;
entre los brazos de tu Madre,
no en el trono de tu Majestad.
Vienes sobre un borriquillo…
Vienes para nosotros y no contra nosotros;
vienes para salvar, no para juzgar;
para visitarnos en la paz, no para condenar con ira.
SÍ, vienes así, Señor Jesús,
en lugar de huir saldremos corriendo a tu encuentro.

Pietro Di Celle

sábado, 13 de marzo de 2010

¡Hasta dónde llega tu amor, Dios nuestro!

Tú, Padre de todos nosotros,
sales a nuestro encuentro, aunque te hayamos fallado,
nos recibes de nuevo una y mil veces,
nos esperas con los brazos abiertos
y nos entregas el anillo de tu confianza.

Nosotros, en cambio, nos ponemos furiosos,
cuando a otros nos parece que les tratas mejor,
nos quejamos de nuestra suerte
y sentimos envidia de otros hermanos,
juzgando tu comportamiento amoroso e incondicional.

Y es que tú, Padre, tienes un corazón blando,
al que nada le hiere, más que nuestro desamor,
al que sólo le preocupa nuestra felicidad,
y que sólo desea que nos amemos como hermanos.

Ayúdanos a no volvernos exigentes con nadie,
a pedir perdón por nuestros errores, con humildad,
a aceptar que otros tengan mejor suerte,
a sentir con el otro, a amarle desde el adentro,
a captar lo que vive y a tratarle como le tratas tú.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Si puedo

Si puedo hacer, hoy, alguna cosa,
si puedo realizar algún servicio,
si puedo decir algo bien dicho,
dime cómo hacerlo, Señor.

Si puedo arreglar un fallo humano,
si puedo dar fuerzas a mi prójimo,
si puedo alegrarlo con mi canto,
dime cómo hacerlo, Señor.

Si puedo ayudar a un desgraciado,
si puedo aliviar alguna carga,
si puedo irradiar más alegría,
dime cómo hacerlo, Señor

De nuevo hoy por primera vez

Tantos años trabajando en tu hacienda,
conversando contigo y comiendo a tu mesa
como uno más de la familia, y no sé nada de ti.

No conozco los surcos de tu rostro
ni recuerdo el timbre de tu voz.
No sé todavía el color de tus ojos
ni he aprendido el ritmo de tu corazón. ¡Ay!

Eres todavía como un recién llegado
siendo tan cotidiano y tan cercano.
Tan nuevo y sin estrenar
como si hubiera estrechado por primera vez,
hoy, tu mano,
cuando he sentido
la pasión turbadora y serena,
ahora mismo, de tu compañía.

Tantos años trabajando en tu hacienda
y comiendo a tu mesa,
y eres nuevo todavía para mí,
Dios mío.

P.Loidi

sábado, 6 de marzo de 2010

Estás en manos de Dios

Piensa que estás en manos de Dios,
tanto más fuertemente agarrado
cuanto más decaído y triste te encuentres.
Vive feliz, te lo suplico.
Vive en paz.

Que nada te altere.
Que nada sea capaz de quitarte tu paz.
Ni la fatiga psíquica. Ni tus fallos morales.
Haz que brote y conserva siempre en tu rostro
una dulce sonrisa,
reflejo de la que el Señor continuamente te dirige.

Y en el fondo del alma coloca, antes que nada,
como fuente de energía y criterio de verdad,
todo aquello que te llene de la paz de Dios.

Recuerda: cuanto te reprima o inquiete es falso.
Te lo aseguro en nombre de las leyes de la vida
y de las promesas de Dios.
Por eso cuando te sientas apesadumbrado y triste
adora y confía...

P. TEILHARD DE CHARDIN

domingo, 28 de febrero de 2010

Un hombre pregunta...

¿Dónde está Dios? Se ve, o no se ve
Si te tienen que decir dónde está Dios,
Dios se marcha.
De nada vale que te digan,
que vive en tu garganta.
Que Dios está en las flores y en los granos,
en los pájaros y en las llagas,
en lo feo, en lo triste, en el aire y en el agua.
Dios está en el mar y, a veces, en el templo.
Dios está en el dolor que queda
y en el viejo que pasa,
en la madre que pare y en la garrapata,
en la mujer pública y en la torre
de la mezquita blanca.
Dios está en la mina y en la plaza.

Es verdad que Dios está en todas partes;
pero hay que verle,
sin preguntar que dónde está,
como si fuera mineral o planta.
Quédate en silencio, mírate a la cara…
El misterio de que veas y sientas,
¿no basta?

Pasa un niño cantando,
tú le amas,
ahí está Dios
Le tienes en la lengua cuando cantas,
en la voz cuando blasfemas,
y cuando preguntas que dónde está,
esa curiosidad es Dios, que camina
por tu sangre amarga. En los ojos le tienes cuando ríes;
en las venas, cuando amas.
Ahí está Dios, en ti;
pero tienes que verle tú.
De nada vale quien te le señale,
que te diga que está en la ermita,
de nada …
has de sentirle tú,
trepando, arañando, limpiando, las paredes de tu casa.
De nada vale que te diga
que está en las manos
de todo el que trabaja;
que se va de las manos del guerrero,
aunque éste comulgue o practique
cualquier religión, dogma o rama.

Huye de las manos del que reza, y no ama;
del que va a misa, y no enciende
a los pobres velas de esperanza.
Suele estar en el suburbio a altas horas
de la madrugada,
en el Hospital, y en la casa enrejada.
Dios está en eso tan sin nombre que se sucede
cuando algo te encanta,
pero de nada vale que te diga que Dios
está en cada ser que pasa.

Si te angustia ese hombre
que se compra alpargatas,
si te inquieta la vida del que sube y no baja,
si te olvidas de ti y de aquéllos,
y te empeñas en nada,
si sin porqué una angustia se te enquista en la entraña,
si amaneces un día silbando a la mañana
y sonríes a todos y a todos das las gracias,
Dios está en ti, debajo mismo de tu corbata.

Gloria Fuertes

viernes, 26 de febrero de 2010

Once peticiones desoídas

Yo le había pedido a Dios poder para ser amado…
y me he encontrado con el amor para no necesitar ser poderoso.

Yo le había pedido a Dios la salud para hacer grandes cosas…
y me he encontrado con la enfermedad para hacerme grande.

Yo le había pedido la riqueza para ser feliz…
y me he encontrado con la felicidad para poder vivir la pobreza.

Yo le había pedido a Dios leyes para dominar a los otros…
y me he encontrado con la libertad para liberarlos.

Yo le había pedido a Dios admiradores para estar rodeado de gente…
y me he encontrado amigos para no estar solo.

Yo le había pedido a Dios ideas para convencer…
y me he encontrado espacio para convivir.

Yo le había pedido dinero para comprar cosas…
y me he encontrado personas para compartir mi dinero.

Yo le había pedido milagros para creer…
y Él me ha dado fe para hacer milagros.

Yo le había pedido una religión para ganarme el cielo…
y Él sólo me ha dado a su Hijo para acompañarme por la tierra.

Yo le había pedido todo para gozar en la vida…
y Él me ha dado la vida para que goce de todo.

Yo le había pedido ser un dios…
y Él sólo pudo hacerme hombre.

José Antonio García Monge

El zorro mutilado

Un hombre que paseaba por el bosque vio un zorro que había perdido sus patas, por lo que el hombre se preguntaba cómo podría sobrevivir. Entonces vio llegar a un tigre que llevaba una presa en su boca. El tigre ya se había hartado y dejó el resto de la carne para el zorro.

Al día siguiente Dios volvió a alimentar al zorro por medio del mismo tigre. El hombre comenzó a maravillarse de la inmensa bondad de Dios y se dijo a sí mismo: “Voy también yo a quedarme en un rincón, confiando plenamente en el Señor, y éste me dará cuanto necesito”.

Así lo hizo durante muchos días; pero no sucedía nada y el pobre hombre estaba casi a las puertas de la muerte cuando oyó una voz que le decía: “¡Oh tú, que te hallas en la senda del error, abre tus ojos a la verdad! Sigue el ejemplo del tigre y deja ya de imitar al pobre zorro mutilado”.

Sa’di

sábado, 13 de febrero de 2010

Estrellas en la sombra

Amo, Señor, tus sendas y me es suave la carga
(la llevaron tus hombros) que en mis hombros pusiste;
pero a veces encuentro que la jornada es larga,
que el cielo ante mis ojos de tinieblas se viste,

que el agua del camino es amarga…, es amarga,
que se enfría este ardiente corazón que me diste;
y una sombra y honda desolación me embarga,
y siento el alma triste, hasta la muerte triste…

El espíritu débil y la carne cobarde,
lo mismo que el cansado labriego, por la tarde,
de la dura fatiga quisiera reposar…

Mas entonces me miras… y se llena de estrellas,
Señor, la oscura noche… Y detrás de tus huellas,
con la cruz que llevaste, me es dulce caminar.

L. Contardo

domingo, 7 de febrero de 2010

Si me llamaras…

¡Si me llamaras, sí,
si me llamaras!

Lo dejaría todo,
todo lo tiraría;
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!
Y aún espero tu voz:
telescopios abajo,
desde la estrella,
por espejos, por túneles,
por los años bisiestos
puede venir. No sé por donde.
Desde el prodigio, siempre.
porque si tú me llamas
- ¡si me llamaras, sí, si me llamaras!-
Será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso,
nunca
desde la voz que dice: “No te vayas”.

Pedro Salinas - La voz a ti debida

lunes, 1 de febrero de 2010

Pobreza Evangélica

No tener nada.
No llevar nada.
No poder nada.
No pedir nada.
Y, de pasada,
No matar nada;
No callar nada.
Solamente el Evangelio, como una faca afilada.
Y el llanto y la risa en la mirada.
Y la mano extendida y apretada.
Y la vida, a caballo, dada.
Y este sol y estos ríos y esta tierra comprada,
Para testigos de la Revolución ya estallada.

¡Y “mais nada”!

Pedro Casaldáliga

domingo, 24 de enero de 2010

La fuerza del Espíritu invade

La fuerza del Espíritu, Señor, lo llena todo;
pero sobre todo invade a hombres y mujeres
que son capaces de hablar y hacer signos
que revelan tu presencia.

Gracias por llenar de silencio profundo
a quien han escuchado tu Palabra
y la proclaman desde el susurro.

Gracias por llenar de voz clamorosa
a quienes han sentido la urgencia
de pregonar tu mensaje
desde las terrazas y las plazas públicas.

Gracias por llenar de fuerza invencible
a quienes han sellado
con su compromiso de vida
una fidelidad inquebrantable
a las exigencias de tus palabras.

Gracias por llenar de futuro
a quienes han entendido
que el Reino es una tarea muy larga
y tiene la meta más allá de la otra orilla de cada día.

Gracias por llenar de ternura
a quienes son capaces de verte
donde hay hombres y mujeres que sufren,
que son humillados de cualquier forma.

Kairós. "Caminos de encuentro"

domingo, 17 de enero de 2010

¡Que sea yo buen vino, Señor!

Que ponga palabra oportuna
allá donde florezca el desconcierto
Que irradie música y alegría
en el brote y escenario de la tristeza y la angustia
QUE SEA YO BUEN VINO, SEÑOR
Que hable de Ti y de tus hazañas
aún en medio de incomprensiones y vacíos
Que lleve la esperanza y el optimismo
a un mundo que llora perdido
Que llene las tinajas de los corazones de las personas
con tu Palabra que todo lo colma y satisface
Que convierta el vinagre de muchas historias
en el dulce vino de tu fraternidad y de tu Evangelio
QUE SEA YO BUEN VINO, SEÑOR
Que, con María, también abra los ojos
y descubra los sufrimientos y la escasez
el fracaso y tanto aguafiestas
que abortan el espíritu festivo de la humanidad
el anhelo de fraternidad de este mundo.
QUE SEA YO BUEN VINO, SEÑOR
Y sepa darte gloria, por mis obras
Y sepa bendecirte, por tanto signo que realizas
Y sepa agradecerte, por tantos dones que regalas
Y sepa alabarte, por salir al encuentro del hombre
Gracias, Señor,
tu vino (el único, el mejor y el más auténtico)
alegra la mesa de toda nuestra vida.
Amén

Javier Leoz

domingo, 10 de enero de 2010

El Padre Nuestro de Dios para nosotros

Hijo mío que estás en la tierra
y te sientes preocupado, solitario y tentado.
Yo conozco perfectamente tu nombre
y lo pronuncio como santificado
porque te amo.
No, no estás solo, sino habitado por Mí,
y juntos construimos este reino
del que tú vas a ser el heredero.
Me gusta que hagas mi voluntad
porque mi voluntad es que tú seas feliz.
Ya que la gloria de Dios es que el ser humano pueda vivir plenamente,
cuenta siempre conmigo y tendrás el pan para hoy.
No te preocupes, sólo te pido que sepas
compartirlo con tus hermanos,
Sabes que perdono todas tus ofensas
antes incluso de que las cometas,
por eso te pido que hagas lo mismo
Con los que a ti te ofenden.
para que nunca caigas en tentación
tómate fuerte de mi mano
y yo te libraré del mal.
Querido hijo mío

Cáritas Española

miércoles, 6 de enero de 2010

Reyes Ejemplares

Reyes creyentes y generosos,
amigos del misterio y las estrellas,
voluntarios de Dios en el mundo de los niños,
portadores de ilusiones y regalos,
limpios de codicia y ansias de dominio,
hechos para sorprender y adivinar deseos,
amados y esperados, no faltéis a nuestra cita.
No perdamos la fe en los Reyes Magos,
porque si faltan vendrán otros reyes,
los de la política y el dinero,
reyes sin entrañas y sin sueños,
ambiciosos, insaciables, injustos,
faltos, seductores, caprichosos..



Queridos Reyes Magos: enseñadnos a creer,
en signos, palabras y personas,
enseñadnos a seguir el camino de la estrella,
enseñadnos a caminar y superar dificultades,
enseñadnos a regalar nuestro tiempo a los pequeños,
y a los enfermos, y a los que están solos,
enseñadnos a ver la imagen de Jesús en todos ellos,
enseñados a no ser conquistadores,
vuestro reino es humilde, hecho para el regalo,
enseñadnos a ser reflejos de Jesús,
a hablar del recién nacido en este mundo nuestro,
enseñadnos a enjugar lágrimas y regalar ternuras,
enseñadnos a ser amigos de Dios, y de los niños.

Cáritas Española

Y tu luz nos hace ver la luz (Salmo 35)

Tú eres, Jesús, nuestra estrella,
tú eres la estrella del mundo,
superestrella para los pobres.
los que sufren, los que sirven,
para todo el que te ama.
Ilumina nuestra vida, Jesús.
Vence las tinieblas de nuestro corazón
-“¡que no me puedan, Jesús, mis tinieblas!”-
ilumina nuestras tristezas y nuestras dudas,
cura nuestras cegueras y ofuscaciones,
enciende nuestras debilidades y depresiones.

Tú guiaste a los Magos
entre dudas y oscuridades,
mentiras y dificultades,
hasta encontrar la verdad,
lo que sus corazones buscaban,
hasta encontrarte a ti,
sol de sus vidas.
Ilumina también a todo el que te busca,
aunque no te conozca todavía,
a todo el que lucha por tu causa,
y lee tus signos, y trabaja tu terreno.
Ilumina asimismo al que vive sin luz,
sin esperanza y sin sentido.
Ilumina a todo el que sufre.
Necesitamos luz, mucha luz, tu luz.
Multiplica, Jesús, tus estrellas.
Que en tu luz veamos luz,
que miremos con tu luz,
que vivamos en tu luz,
que en tu luz seamos luz.

Cáritas Española

Antigua bendición celta para el año nuevo

Que la gracia de Dios descanse sobre ti,
que la gracia del amor descanse sobre ti,
que la gracia de la casa descanse sobre ti,
que la gracia del hogar descanse sobre ti.
Que la gracia y la dignidad de tu fe descansen sobre ti.

Que la guarda del Dios de la vida te acompañe,
que la guarda del Cristo del Amor te acompañe,
que la guarda del Espíritu Santo te acompañe.
Que Dios te dé su cariño,
que Dios te sostenga,
que Dios te rodee.
Los tres sobre tu cabeza,
los tres sobre tu corazón,
los tres sobre tu cuerpo.

Que pases cada noche y cada día
en el abrazo de los tres.
Todos los días de tu vida
y para siempre. Amen

viernes, 1 de enero de 2010

Oración de Fin y Principio de Año

Señor Dios, dueño del tiempo y de la eternidad,
tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.
Al terminar este año quiero darte gracias
por todo aquello que he recibido de Ti.

Gracias por la vida y el amor,
por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor,
por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.

Te ofrezco cuanto hice en este año,
el trabajo que pude realizar,
las cosas que pasaron por mis manos
y lo que con ellas pude construir.

Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé,
las amistades nuevas y los antiguos amores...,
los más cercanos y los que están más lejos,
los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar
con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero también, Señor, hoy quiero pedirte perdón,
perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado,
por la palabra inútil y el amor desperdiciado.

Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,
por todos mis olvidos, descuidos y silencios
y perdón por vivir sin entusiasmo.

Comienza un nuevo año,
por eso detengo mi vida ante el calendario aún sin estrenar
y te presento estos días que sólo Tú sabes si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí y los míos, la paz y la alegría,
la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad
llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y de paz.

Cierra Tú mis oídos a toda falsedad
y mis labios a las palabras mentirosas,
egoístas, mordaces o hirientes.

Abre en cambio mi corazón, a todo lo que es bueno,
que mi espíritu se llene sólo de buenos sentimientos
y que a mi paso las derrame.

Dame bondad y alegría para que cuantos
conviven conmigo o se acerquen a mí,
encuentren en mi vida un poquito de Ti.

Danos un Feliz Año
y enséñanos a repartir felicidad.
Amén.