Qué fácil es esperar
cuando la esperanza es cierta.
Quiero esperarte despierta
pues sé que no tardarás.
Sé, Jesús, que vienes ya,
sé que siempre estás viniendo;
gracias por tantos momentos
en que te siento llegar.
Y cada vez que tú llegas,
cuando siento que Tú estás,
luego crece otra esperanza:
Ven. Señor, no tardes, más.
Esperar
es la fuerza en el camino,
la luz en la oscuridad,
es crear en nuestro barro
espacios de eternidad.
Esperar
es saber
que cuando empieza algo bueno
eso ya no morirá.
Esperar
es dejarte poseer
por las ganas de luchar,
de vivir
y de sembrar.
Esperar
es sembrar en cada surco
simiente de eternidad
y saber que la cosecha
alguien la recogerá.
Esperar
es dejarte poseer
aquí por la eternidad.
Cáritas