Levántate y anda
cuando no encuentres horizonte,
porque siempre hay
un camino que recorrer,
y no hay razón
para dejar de intentarlo.
Levántate y anda,
aunque te rodeen las sombras.
La luz se abre paso
por resquicios insospechados,
y al iluminar la realidad
la llena de posibilidades.
Levántate y anda,
aunque te opriman las cargas
puedes quitarte muchos estorbos
que te impidan avanzar,
y avanzarás más liviano,
más libre, más alegre.
Levántate y anda,
aunque te sientas sin fuerzas.
Es Dios el que te impulsa,
quien te lleva de la mano
quien te llena de espíritu.
Deja atrás las sombras y tumbas,
los silencios y miedos,
las parálisis y cargas
que te aíslan y entristecen.
Deja atrás las pequeñas muertes
que adulteran la vida.
Vamos Lázaro, levántate y anda