¿Cómo podrá romperse el vínculo que nos une?
Yo me debo todo a Tí,
como el loto se debe al agua,
y la marea al claro de luna,
que contempla toda la noche.
Siempre, del principio al fin,
ha habido amor entre Tú y yo.
¿Y cómo, entonces, puede este amor cesar
de ser en el tiempo?
Igual que el río se sume en el océano,
se sume mi vida en Ti.
La luna refulge en mi cuerpo,
pero mis ojos no pueden verla:
la luna está en mí y el sol.
La sinfonía de la eternidad
se difunde en mí,
pero mis oídos sordos no pueden oírla.
Mientras el hombre viva en nombre del Yo y el Mío,
sus obras no tendrán valor alguno;
sólo con la renuncia al Yo y al Mío
se cumple tu obra, Señor.
Kabir
No hay comentarios:
Publicar un comentario