Poda, poda, Señor, este sarmiento
que no acaba de dar fruto esperado,
no tengas miramiento ni cuidado;
córtame, aunque te grite de sufrimiento.
Mi problema es que busco lucimiento
quisiera ser sarmiento destacado, .
a costa de achicar al de mi lado
e impedir su visión y crecimiento.
Me olvido de la savia, que es mi vida,
sólo quiero hojas grandes y vistosas,
y llenarme de cosas y más cosas,
quedando insatisfecho sin medida.
Poda, Padre, divino podador,
que lleve dulces frutos de tu amor.