Nos ha amado así,
hasta lavar los pies de sus amigos y traidores,
y más abajo, como esclavo,
hasta hacerse pan para los pobres,
y más adentro y aún mejor;
hasta derramar su sangre por nosotros,
y más, y ofrecer el propio espíritu;
hasta morir orando, prometiendo y perdonando,
y más, y regalando;
hasta hacer de la cruz un sacramento,
y más a fondo, hasta cargar las cruces de los hombres,
hasta el fin;
hasta hacer de la muerte una victoria,
y más, hasta la gloria.
No hay medida,
siempre más.