viernes, 26 de febrero de 2010

Once peticiones desoídas

Yo le había pedido a Dios poder para ser amado…
y me he encontrado con el amor para no necesitar ser poderoso.

Yo le había pedido a Dios la salud para hacer grandes cosas…
y me he encontrado con la enfermedad para hacerme grande.

Yo le había pedido la riqueza para ser feliz…
y me he encontrado con la felicidad para poder vivir la pobreza.

Yo le había pedido a Dios leyes para dominar a los otros…
y me he encontrado con la libertad para liberarlos.

Yo le había pedido a Dios admiradores para estar rodeado de gente…
y me he encontrado amigos para no estar solo.

Yo le había pedido a Dios ideas para convencer…
y me he encontrado espacio para convivir.

Yo le había pedido dinero para comprar cosas…
y me he encontrado personas para compartir mi dinero.

Yo le había pedido milagros para creer…
y Él me ha dado fe para hacer milagros.

Yo le había pedido una religión para ganarme el cielo…
y Él sólo me ha dado a su Hijo para acompañarme por la tierra.

Yo le había pedido todo para gozar en la vida…
y Él me ha dado la vida para que goce de todo.

Yo le había pedido ser un dios…
y Él sólo pudo hacerme hombre.

José Antonio García Monge

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