Padre,
haz que mis ojos vean lo que Tú ves.
Haz que mis oídos oigan el estruendo de tu voz
en las ondas de lo creado.
Haz que mi hablar
sea un baño de palabras de néctar,
que se viertan sobre hombres
presa de amargura.
Haz que mis labios sólo canten
los cantos de tu amor y tu alegría.
Padre amado,
realiza por medio de mí la obra de la verdad.
Ten mis manos ocupadas
en servir a todos los hombres.
Haz que mi voz esparza de continuo
semillas de amor para Ti
en el terreno de los hombres que te buscan.
Haz que mis pies avancen siempre
por el camino de la justicia.
Guíame de mi ignorancia a tu luz.
Padre,
mueve mi corazón y hazme sentir simpatía
por todas las criaturas vivientes.
Que tu Palabra sea el Maestro de la mía.
Piensa con mis pensamientos,
porque mis pensamientos son tus pensamientos,
mi mano es tu mano,
mis pies son tus pies,
mi vida es tu fuerza
para hacer justicia entre los hombres.
P. Yogananda