miércoles, 6 de enero de 2010

Y tu luz nos hace ver la luz (Salmo 35)

Tú eres, Jesús, nuestra estrella,
tú eres la estrella del mundo,
superestrella para los pobres.
los que sufren, los que sirven,
para todo el que te ama.
Ilumina nuestra vida, Jesús.
Vence las tinieblas de nuestro corazón
-“¡que no me puedan, Jesús, mis tinieblas!”-
ilumina nuestras tristezas y nuestras dudas,
cura nuestras cegueras y ofuscaciones,
enciende nuestras debilidades y depresiones.

Tú guiaste a los Magos
entre dudas y oscuridades,
mentiras y dificultades,
hasta encontrar la verdad,
lo que sus corazones buscaban,
hasta encontrarte a ti,
sol de sus vidas.
Ilumina también a todo el que te busca,
aunque no te conozca todavía,
a todo el que lucha por tu causa,
y lee tus signos, y trabaja tu terreno.
Ilumina asimismo al que vive sin luz,
sin esperanza y sin sentido.
Ilumina a todo el que sufre.
Necesitamos luz, mucha luz, tu luz.
Multiplica, Jesús, tus estrellas.
Que en tu luz veamos luz,
que miremos con tu luz,
que vivamos en tu luz,
que en tu luz seamos luz.

Cáritas Española

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